“Conserva Aves” levanta vuelo creando áreas protegidas en territorios de vida de Bolivia

Con aproximadamente 83 mil ha. se impulsa en el país la creación del Área Protegida Municipal Serranía de Sunsas en el municipio de San Matías, lo cual destaca el esfuerzo y compromiso de comunidades locales y de un tejido de instituciones que hilvanan un futuro más saludable para los bosques y la avifauna.

Creación del Área Protegida Municipal (AP) Serranía de Sunsas.

Bolivia, al albergar una gran riqueza en biodiversidad es uno de los países designados por Conserva Aves para consolidar nuevas áreas protegidas, siendo una de las iniciativas la Creación del Área Protegida Municipal (AP) Serranía de Sunsas en la zona de amortiguamiento externo del ANMI San Matías, un sitio identificado potencial que converge diversos tipos de ecosistemas asociados a contribuir al equilibrio ecológico y proveer bienes y servicios ambientales a las comunidades.

La gestión de este espacio otorgará mayor protección a bosques secos y pantaneros que se constituyen en hábitat de aves carismáticas y amenazadas, como la Buteogallus coronatus con categoría de Peligro (EN), la Crax fasciolata con categoría Vulnerable (VU) y la Ara chloroptera en estado de Preocupación Menor (LC), entre otras. La creación del AP permitirá impulsar la investigación, inicialmente realizando un monitoreo de aves para guiar en la elaboración de medidas de conservación que favorezcan a especies identificadas prioritarias.

Subrayar, que el pilar para la creación de un área protegida legalmente establecida, implica el interés y esfuerzo local dando paso a las competencias de gobernanza territorial; en ese sentido, la iniciativa se gestó desde el municipio de San Matías, cuyo gobierno municipal tiene un papel activo en todo el proceso. Por su parte, la Central Indígena Reivindicativa de la Provincia Ángel Sandoval (CIRPAS) y la Central Indígena Chiquitana Germán Busch (CHGB), han manifestado su conformidad de coadyuvar para que el objetivo se concrete acorde a los intereses locales. Esta visión de responsabilidad demuestra el compromiso socioambiental al darle un trato apropiado al territorio, considerando los beneficios que comparten para el desarrollo integral de la región.

Además, con objeto de garantizar la funcionalidad y sostenibilidad del área protegida, se formalizarán de manera participativa instrumentos de gestión como el Plan de Manejo y el Plan Estratégico Financiero. Por lo que a la fecha se han realizado actividades de socialización de lo mencionado, dando como resultado la conformación del Comité Impulsor compuesto por el alcalde municipal, el concejo municipal, la Central Indígena CIRPAS y las concesiones forestales en representación de la actividad que se desarrolla actualmente en la zona.

Destacar también que la administración del área protegida tiene considerado garantizar el cumplimiento estricto de la normativa ambiental para así evitar posibles riesgos de actividades ilegales relacionados con la sobreposición de las concesiones forestales, las mismas que cuentan con un Plan General de Manejo Forestal con Certificación Verde, el cual controla la extracción de madera haciendo respetar en un 20% para arboles semilleros, las servidumbres ecológicas; a su vez, las concesiones forestales contribuyen a reducir amenazas como la expansión de la frontera agrícola, avasallamiento de tierras, piratería de madera e incendios forestales.

La iniciativa es financiada por Conserva Aves contando con el apoyo de The Pew CharitableTrust con recursos de contraparte a través de la Fundación CERAI, entidad que desarrolla la implementación técnica del proyecto en coordinación con el Museo de Historia Natural Noel Kempff Mercado como centro de investigación de la Universidad Autónoma Gabriel Rene Moreno e Institución Científica Autorizada por el Ministerio de Medio Ambiente y Agua (MMAyA).

La propuesta presentada está en línea con la Agenda 30×30 de conservación global, orientada a que los países involucrados alcancen sus compromisos de proteger al menos el 30% de sus territorios clave hasta el año 2030, iniciativa en la cual Conserva Aves es aliado estratégico. Esta meta planteada refleja el enfoque ambicioso de la iniciativa y su impacto en la conservación a largo plazo.

Crear áreas protegidas es una opción con la cual todos nos beneficiamos.

En diferentes partes del mundo las sociedades se encuentran afrontando un momento crítico de degradación de los ecosistemas, ocasionando que los ciudadanos vivamos en carne propia fenómenos climáticos que alteran la armonía ambiental, social y económica a nivel global, poniendo en riesgo a más de 34 mil especies de plantas y animales silvestres. En Bolivia, entre los años 2016 y 2020 el promedio de desaparición de cobertura boscosa era de 260.000 hectáreas anuales; para el 2022, la deforestación alcanzó las 429.000 hectáreas, casi el doble de dos años atrás (Fuente FAN). La situación está en parte atribuida al crecimiento demográfico descontrolado y a la explotación de recursos naturales, así como a la agricultura y a la ganadería intensivas.

Este escenario de desarrollo sin precautelar la sostenibilidad ambiental, en los últimos 5 años ha inducido a la propagación de grandes incendios forestales que han calcinado millones de hectáreas en territorios indígenas y áreas protegidas, afectando progresivamente en la disponibilidad de agua limpia para las comunidades y reduciendo la capacidad productiva de la tierra; pero, además, originando una incalculable pérdida de rica biodiversidad. Ante la realidad, es indispensable que poblaciones locales se conviertan en guardianes de sus territorios, y que, de la mano de diversos actores impulsen mecanismos de conservación que respondan a dar soluciones de largo plazo, en el marco de atribuciones de gobernanza territorial y participación comunitaria.

Iniciativa Conserva Aves presente en 9 países de América Latina.

En esta ruta propositiva y complementaria nace Conserva Aves, una iniciativa con una inversión inicial de $14 millones para 9 países de América Latina, dirigida a contrarrestar las amenazas actuales y preservar los valiosos ecosistemas promoviendo la creación, consolidación, manejo y fortalecimiento de 100 o más nuevas áreas protegidas subnacionales (territorios regionales, municipales, étnicos y privados), pretendiendo cubrir más de dos millones de hectáreas desde México hasta Chile. Esta acción permite construir un legado de conservación que dará solución a las brechas de protección de aves amenazadas endémicas y migratorias que se destacan por regenerar el bosque cumpliendo funciones ecológicas como la dispersión de semillas y la polinización en las plantas; a su vez, adornan el paisaje, recrean momentos auditivos saludables para el humano y se constituyen en excelentes bioindicadores que nos dicen cómo está el estado de salud de la naturaleza.

El desafío interinstitucional de Conserva Aves y de las poblaciones que se sirven de los recursos naturales y ciclos ambientales de una zona determinada, es altamente valorable, considerando que lo que se está gestionando es la continuidad de la vida, al reglamentar sitios de alta prioridad para el beneficio de la avifauna, que, además, repercutirá en el bienestar de otras especies silvestres y en la calidad de vida del ser humano.

Lo manifestado destaca lo significativo de caminar juntos con Conserva Aves, cuya iniciativa es liderada por American Bird Conservancy, Audubon, Birds Canada, BirdLife International y la RedLAC, con el apoyo de Bezos Earth; en Bolivia, las acciones son impulsadas desde FUNDESNAP y la Asociación Civil Armonía, siendo el principal enfoque un desarrollo sostenible de las regiones con la participación y el empoderamiento de los actores territoriales, civiles, públicos y privados, para trabajar en conjunto desafiando al cambio climático y garantizando un gran retorno a la inversión, favorable en términos económicos, ambientales y sociales.

Sin duda, Conserva Aves es una iniciativa de conservación hemisférica innovadora e inclusiva, gestada por un grupo de instituciones comprometidas en proteger áreas de excepcional valor para la biodiversidad, así como para fomentar la resiliencia climática, el desarrollo sostenible y el bienestar comunitario.